Tarea 5

 

Juan Manuel Solano Ortiz                                                                              25/02/2023

Historia Política.

Martin Lutero y el Protestantismo.


La reforma. Movimiento iniciado por Martin Lutero, a principios del siglo XVI. Iba pegando sus tesis en las calles de Alemania. Denunciando la corrupción e ineficacias dentro de la iglesia católica.  Mediante sus tesis cuestionaba que la iglesia vendía “indulgencias”. Una indulgencia es la remisión (parcial o total) del castigo temporal que aún se mantiene por los pecados después de que la culpa ha sido eliminada por absolución. En aquella época, cualquier persona podía comprar una indulgencia, ya fuera para sí misma o para sus parientes muertos que permanecían en el Purgatorio. Es decir, dependiendo de los pecados cometidos, se asignaba un tiempo en este purgatorio., antes de llegar al paraíso, y la paga de la indulgencia reducía el tiempo de espera.

De este modo, es que Lutero vio el tráfico de indulgencias no solo como un abuso de poder, sino como una mentira, que, no teniendo base en las Escrituras, podría confundir a la gente y llevarla a confiar solamente en la mentira de las indulgencias, dejando de lado el sacramento de la confesión y el arrepentimiento verdadero.

Comenzaría a generar una serie de actos que iban cobrando relevancia. Lutero predicó tres sermones contra las indulgencias en 1516 y 1517. Pero su disgusto continuó, según la tradición, el 31 de octubre de 1517 fueron clavadas las 95 tesis en la puerta de la Iglesia del Palacio de Wittenberg como una invitación abierta a debatirlas.

El pertenecía al pensamiento de la predestinación.[1] Era un sacrilegio que las personas pudieron salvarse por sí solas, pues dios es el único que puede salvar, y para ello lo más importante era tener fe.

 Algunas de las medidas tomadas que llevaron a cabo su cometido fueron, por ejemplo: que la biblia no necesita de intermediarios para ser leída, dando pie a la traducción de esta en el idioma de cada territorio; el índice de la población que lee la biblia comienza a aumentar y se diversifican los textos leídos; se tiene más noción de los acontecimientos contemporáneos; este movimiento “protestantismo” comienza a ganar notoriedad.

Es importante el año 1529, donde en la Dieta de Speyer, Carlos V intentó frenar por la fuerza el movimiento de Lutero, pero algunos de los príncipes alemanes se levantaron en protesta, de esta manera el movimiento encontró en sí mismo el título de protestante”. Desde ese momento, el movimiento que todo momento intentaba reformar el catolicismo desde dentro se separó convirtiéndose en la llamada “Reforma protestante”.  El movimiento de Lutero dividió a Europa en dos y esto dio lugar a las iglesias que conocemos como evangélicas o protestantes.

Esto conllevó a que el emperador —Carlos V— derrotó a las fuerzas protestantes y encarceló a sus líderes, pero poco después el noble alemán Mauricio de Sajonia (1521-1553) contraatacó exitosamente consiguiendo que Carlos V suscribiera el “Tratado de Nassau o Paz de Nassau” en 1522, documento que lograba garantizar legalmente la libertad de culto a los protestantes de Alemania. 

En este periodo del siglo XVI se gesta también el concepto de “Absolutismo”, con la formación de los Estados modernos, hasta el XVIII, cuando alcanzó su mayor apogeo en el reinado Luis XIV de Francia, y duraría hasta el inicio de las revoluciones liberales, entre los siglos XVIII y XIX en Europa.

La principal característica del absolutismo era que el poder político del gobernante era absoluto, es decir, no estaba sometido a ningún tipo de limitación institucional, fuera de la propia ley divina, y todos sus actos eran justificables porque buscaban siempre el bien común. El rey gobernaba el Estado a su antojo: legislaba, administraba e impartía justicia, y tenía siempre la última palabra en todos los asuntos que concernían a la nación.  Y dentro de la cosmovisión de estas sociedades profundamente religiosas, el poder del monarca tenía un carácter divino, pues según la teoría del derecho divino del poder real, el rey había sido elegido por Dios para conducir los destinos de su pueblo, y su poder solo podía ser heredado por sus hijos.



[1] Predestinación: que el destino ya está escrito, pero se debe tener fe, pues el destino llegara mejor en el camino de la fe.

 

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