Tarea 18
Juan Manuel Solano
Ortiz 28/05/2023.
Chalcatzingo.
Antecedentes: Los monumentos de Chalcatzingo
datan al periodo Preclásico Medio, es decir, alrededor de 700 a 500 a.c. los
cual hace que estas esculturas sean las más antiguas que se conozcan hasta
ahora en el Altiplano Central de México. Se puede distinguir dos tipos:
·
Bajorrelieves esculpidos directamente en la cara rocosa del Cerro
Chalcatzingo.
·
Grandes peñascos naturales dispersos en su base y otras estatuas o
estelas más pequeñas, “portátiles”, ubicadas en las grandes terrazas, lejos del
cerro.
En 1934, la arqueóloga Eulalia Guzmán visitaría
la aldea de Chalcatzingo, donde descubriría estos asentamientos. Entre otras
cosas, halló fragmentos de cerámica que datan
tanto del período “Arcaico” (período Preclásico o Formativo), como del “teotihuacano”
(período Clásico), dejándola incierta en cuanto a la fecha a la que debían
adscribirse los tallados. Aun no se conocía en ese momento la escultura olmeca,
por ello es hasta que el artista Miguel Covarrubias reconociera en las tallas
pétreas de Chalcatzingo semejanzas iconográficas con algunos de los monumentos
de piedra del sitio olmeca. Con el arqueólogo Román Piña Chan practicó pozos de
prueba en Chalcatzingo en el año 1953 recuperando en ellos fragmentos de
cerámica similares a los hallados en sitios como Zacatenco y Tlatilco, en el
Valle de México y confirmando así que había habido un asentamiento durante el
período Formativo en Chalcatzingo.
Algunas investigaciones en la década de 1970,
determinaron la existencia de tres importantes fases de ocupación en
Chalcatzingo durante el período Formativo:
·
La fase Amate, correspondiente al período Formativo temprano
(1500-1100 antes de nuestra era, fecha de radiocarbono sin calibrar).
·
La fase Barranca, correspondiente al período Formativo medio (años
1100 a 700 antes de nuestra era).
·
La fase Cantera, también del período Formativo medio (entre los años
700 y 500 antes de nuestra era) (Cyphers y Grove 1987).
·
También se halló evidencia de ocupaciones menores durante los períodos
Formativo tardío, Clásico y Postclásico.
Cabe señalar que la monumentalidad en sus obras,
representa la transformación de la tierra en gran escala, que pone de relieve
un bien organizado trabajo comunitario. Es durante la fase Cantera que abarca
dos siglos, que el asentamiento alcanzó
su mayor tamaño y experimentó contacto con los olmecas de la costa del Golfo,
así como con los pueblos de Guerr. ero, del Valle de México, de Puebla y de
Oaxaca.
La colocación de las principales esculturas en
relación con sus entornos natural y cultural y en relación unas con otras
resultan un factor crítico para entender su función y su significado. Las
tallas se ubican en dos áreas generales: seis fueron practicadas en la cara
pétrea del Cerro Chalcatzingo y otras seis sobre grandes peñascos en las
laderas del cerro, en tanto que las estelas se hallaron en varias terrazas del
sitio, asociadas con arquitectura monumental, y casi todas las estelas son
representaciones de personajes humanos.
Las raíces ideológicas y tecnológicas de los
monumentos de Chalcatzingo parecen provenir de los olmecas de la costa del
Golfo—muy probablemente de La Venta, Tabasco. Las esculturas de Chalcatzingo
incluso sufrieron el mismo destino de destrucción, mutilación y decapitación
tan comunes en los centros olmecas, sin embargo Chalcatzingo no era un sitio
Olmeca, ya que se ha demostrado que la mayoría de la cerámica del período
Formativo, las figurillas y otros artefactos de Chalcatzingo son similares a
las de otros sitios Formativos de las tierras altas del México central, tales
como Zacatenco o El Arbolillo, en el Valle de México.
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