TAREA 9 JUAN MANUEL SOLANO ORTIZ

 

Juan Manuel Solano Ortiz                                                                             03/11/2021

TAREA 9 HISTORIOGRAFÍA.

"La historia de los hombres", pp. 19-44.

 

La posibilidad de la historia comienza con la posibilidad de la escritura y de la medición del tiempo, y la escritura estuvo relacionada con el material sobre el que podía practicarse. Al principio se usó la piedra, después la arcilla y, finalmente, el cuero (pergamino) y el papiro. Al hablar de las civilizaciones de las que conservamos testimonios escritos en la antigüedad, hallamos textos históricos. Si nos vamos al  mundo mesopotámico existe toda una serie de ellos, como las denominadas: Crónicas de Babilonia (son series de tablillas de arcilla escritas en cuneiforme acadio por astrólogos asirios y babilonios, y conforman uno de los primeros pasos en el desarrollo de la historiografía antigua). Numerosos han sido los personajes que se han dedicado desde el pasado, a tratar de escribir la historia. Pasó la vida dedicado a los negocios públicos y en Roma dio lecciones de Filosofía. Después de vivir largo tiempo en Roma, se retiró a su casa y dedicó todos sus esfuerzos a escribir Vidas paralelas, que le granjearon la celebridad hasta nuestros días. Muchas antes, Homero -poeta griego al que se atribuye la autoría de la Ilíada y la Odisea, los dos grandes poemas épicos de la antigua Grecia.- La literatura griega se funda con el género épico, y ya pronto surgió la duda si, por el hecho de narrar hechos históricos, era Homero un historiador.1 Entonces podemos hablar de los oficios que podían ser confundidos en la antigüedad. La deuda de Herodoto con los poemas homéricos no se reducía simplemente a ecos espirituales, sino que las imágenes, los recursos literarios, Por otro lado y avanzado el tiempo llegamos a que La historiografía en lengua latina nació hacia el siglo II a.C. y un ejemplo lo encontramos en los annales maximi, que daban una trama de referencias cronológicas de nombramientos de cónsules y de otros funcionarios, de celebraciones y acontecimientos notables, La obra los Orígenes escrita por Catón el viejo (234-149 a.C.), sería el primero que escribió historia en latín.

Ya en Roma Tito Livio (59 a.C. -17 d.C. ) sería el primero de los historiadores del Imperio. Nacido en Padua, fue a Roma para escribir su gran historia de Roma 'desde su fundación, («Ab urbe condita»), que había de relatar los hechos de los romanos desde sus orígenes míticos hasta el presente.2

En el Egipto clásico no existe narrativa histórica. Sólo se conservan listas de nombres reales (Anales), la primera de las cuales es del 2.750 a.C.(piedra de Palermo), Y con el tiempo algunos escritores reales fueron escribiendo relatos acerca de las hazañas de sus monarcas.

La escritura cuneiforme sobre arcilla se desarrolló en el IV milenio a.C. Los pueblos mesopotámicos desarrollaron una gran producción literaria de carácter mítico, como por ejemplo: Mito de la creación, la epopeya de Gilgamesh , sin embargo no podría considerarse histórico. No obstante, se generó cierta producción susceptible de servir como fuente de la literatura histórica como el Código de Hammurabi. También se escribieron anales semejantes a los egipcios desde el siglo XIV a.C.

La literatura judía reunida en torno al Antiguo Testamento es un compendio variado de escrituras diversas, que comienzan a escribirse sistemáticamente en torno al siglo X a.C. Existen tres partes en que se han clasificado las escrituras judías, La Ley el Torah o Pentateuco y los libros de los profetas y los Escritos. El Éxodo de la primera parte, y algunos libros de los Reyes (Samuel, David), tienen cierto valor histórico. También hay que destacar la obra de Flavio Josefo (siglo I d.C.) caudillo de la rebelión judía contra los romanos, que escribió Las Guerras de los judíos y Las Antigüedades de los judíos.   

 

 

 

 

(1)    Cf. Creuzer, 1845, p. 57 y ss. Ha de señalarse cómo en ocasiones se equipara de manera inconsciente el sacerdocio que actualmente conocemos con el sacerdocio antiguo. Sin embargo, y como bien se puede observar en lo que nos ocupa, en la figura de los ἐξεγηταί, el concepto de sabio portador de tradiciones de la comunidad y el de carácter más puramente religioso caminan juntos. Para los ἐξεγηταί, cf. Jacoby, 1949, p. 19 y ss

(2)    Antonio La Penna, Sallustio e la rivoluzione romana, Milán, Feltrinelli, 1973/3 y Aspetti del pensiero storico ¡atino, Tormo, Einaudi, 1978 (especialmente pp. 43-104).

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