Juan Manuel Solano Ortiz Tarea 2 Historia.
Juan Manuel Solano Ortiz. 08/09/2021.
Historiografía y procesos históricos.
Demografía histórica.
La cantidad de seres humanos en el planeta ha variado con forme
pasa el tiempo, y a su vez ha ido haciéndose
más grande. No siempre al mismo ritmo; a
veces más rápido o a veces lento. La herramienta para poder medir estas cantidades es: la tasa
de crecimiento, (expresa el crecimiento o decrecimiento de la población). Ha sido más o menos de esta forma:
Entre el 10.000 antes de Cristo y el año 1 de nuestra era, la población ha crecido a un ritmo del 0,037 por ciento; del año 1 al 1200, lo ha hecho al ritmodel 0,07 por ciento, etc.
Se empezó a almacenar el
alimento que no podía consumirse de inmediato; de igual forma empezaron
a domesticarse las plantas y los animales, desarrollándose así la agricultura y la ganadería.
“Cada grupo humano
establecido en un medio determinado ha ido desarrollando una cultura de la
alimentación que le permite obtener de su entorno todo lo que necesita para su
subsistencia.”[1]
Al final del largo ciclo en el que
el ser humano ha sido esencialmente un
cazador-recolector, hace unos 12.000 años, había en el planeta entre 4 y 10
millones de habitantes. Después de los primeros diez mil años del ciclo
agrario, a comienzos de la era cristiana, eran ya unos 170 millones.
Hacía el siglo vi de nuestra era
en el ciclo medieval de expansión agraria que duraría hasta 1300
aproximadamente en donde se convierte en una fase de expansión que vería un
momento de estancamiento en la población, pero esta siguió a una recuperación que llevaría a la población
hasta unos 950 millones de personas en
el año 1800. Desde entonces empezará, sin embargo, el crecimiento explosivo que
lleva hasta un presente en que estamos ya muy cerca de los siete mil ochocientos
treinta y siete millones de personas. (Diciembre de 2020).
La tasa media de natalidad era
con antigüedad en Europa de un 40 por
mil: más de tres veces la de la Europa actual. Esta natalidad tan elevada era una
respuesta a la alta mortalidad infantil que hacía que sólo la mitad de los
niños y niñas que nacían llegasen vivos a los quince años de edad.
Algunas formas de control para la
alta natalidad era en el mundo el aborto y el infanticidio, sobre todo por
abandono a la intemperie, y en especial el de las niñas, que se practicaba
habitualmente, y de forma legal, en la Roma clásica.
El más universal de los anticonceptivos
era el «coitus interruptus»,( Método anticonceptivo que consiste en retirar el
pene del interior de la vagina antes de la eyaculación para evitar que el
esperma llegue a fecundar el óvulo.) Pero la iglesia cristiana prohibió estos métodos.
Los casamientos a temprana edad
eran una práctica más bien aristócrata, ya que Las familias que no estaban tan
bien dotadas económicamente esperaban más para hacerlo. Una mujer podía tener
un máximo de seis hijos, de los cuales sobrevivían dos o tres, explicando el
por qué no aumentaba tanto la población a pesar de la alta natalidad.
Ya fines del siglo xrx Europa empezaba a estar
superpoblada: contenía un 25 por ciento de la población mundial. Las mujeres se
cansaron de traer más hijos al mundo lo cual ponía en peligro sus vidas.
Hablando ahora por el contrario las
tasas de mortalidad han cambiado mucho en el curso de la historia. El primer
factor es precisamente el de los nacimientos. Si en la actualidad la mortalidad
infantil es de un 7 por mil en los países avanzados, en la Europa de los siglos
xvii y xviii eran de 250 al 400 por mil.
“Lo que hasta ahora hemos aprendido de la
historia de la población nos puede servir para entender mejor la situación
actual del mundo en lo que hace referencia al crecimiento demográfico y a la
pobreza.”
La buena higiene, la erradicación
de las enfermedades gracias a la tecnología y la medicina, han ayudado a que las personas puedan vivir mejor. Sin
embargo como menciona el párrafo anterior, existen muchas otras causas de que
no se progrese adecuadamente. El hecho de que siga habiendo grandes diferencias sobre la situación económica de
algunos países, contribuye a que las personas no tengan una calidad de vida.
1Fontana, J. (1999). "Introducción al estudio de la historia". Barcelona: Critica. pp 47
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