Tarea 8. Aproximaciones al proceso político-religioso europeo en el siglo XVI.

Juan Manuel Solano Ortiz                                                                   07/03/2022

Tarea 8

Anotaciones de clase.

La iglesia se ha sabido adaptar al contexto histórico del momento, en el que el sincretismo desempeña este medio de adaptación. Ocurrió en el concilio de Trento donde se reunieron los doctores de la iglesia, y tomaron nota de las críticas hechas por el protestantismo, así se reformó la iglesia para vencer esta problemática.  No tomaron las críticas para cuestionarse, si no, promovieron aumentar sus características ya empleadas, un resultado sería el surgimiento del: barroco.[1] Esto genera sociedades diferentes, que poco irían decidiéndose.  

Carlos V, al momento de este periodo tenía en mente un gran proyecto: Universitas Christiana, donde se pretendía la unidad religiosa en Europa y la defensa del cristianismo frente a las amenazas de protestantes y el Imperio Turco.  Pensaba que como Emperador tenía responsabilidad con toda la cristiandad, y no sólo con una parte de ella: Intentó constituir un Imperio europeo bajo su mando y aglutinado mediante la fe cristiana, común a toda Europa. Pero esto no seria fructífero.

También ocurre en este periodo lo llamado: Guerras de religión del siglo XVI, que fueron ocho conflictos civiles que se desarrollaron en Francia entre 1562 y 1598. Estos enfrentamientos comenzaron debido a las rencillas entre católicos y hugonotes, quienes recibieron el apoyo de distintas casas nobiliarias como los Borbón y los Guisa, así como de países extranjeros.

De este proceso, se desprende el acontecimiento llamado: Matanza de San Bartolomé, que sería el asesinato en masa de hugonotes que se inició en París en la noche del 23 al 24 de agosto de 1572. Imagen anexada[2]

 

En Francia comienzan a surgir las teorías monárquicas. Un panfleto es el que comienza a circular, llamado Vindiciae contra Tyrannos (o poder legítimo del príncipe sobre el pueblo y del pueblo sobre el príncipe). En él plantea una serie de preguntas que cuestionan el poder de los monarcas, si es válido o no desafiar a las políticas del rey; es de los primeros textos que justifica la rebelión hacia el gobierno y  van a ser esgrimidas por los protestantes hugonotes llegar a la conclusión que sí es posible revelarse. La relación entre pueblo y Dios es inquebrantable, pues no deben caer en herejía; pero el pacto contra el rey sí puede romperse si el monarca se vuelve un tirano. También que se concibe el pueblo como un conjunto y no como una serie de individuos.

En contraposición a esto surge la teoría del derecho divino  u obediencia, el derecho que tiene el monarca a que su pueblo lo obedezca. Al vivir la violencia las monarquías hicieron propaganda para volver a la obediencia, pues cuando no se lleva a cabo existe desorden y la sociedad colapsa. Significaría también que no hay justificación para desobedecer al rey, pues éste tiene el derecho de Dios y sólo este puede juzgarlo, no el pueblo. Además, el monarca tiene su autoridad divina que es considerada un hecho milagroso, por lo tanto, obedecer al rey es un misterio de la fe. De aquí surge la cuestión de que el príncipe debe tener el mismo credo que su pueblo.

 

Esto ya prefigura que se debe convertir a la monarquía en un símbolo nacional esto es la nación. Que represente a todos los habitantes de ese territorio para unificar las diferencias existentes de la religión. Por eso una consecuencia no esperada, fue la consolidación de las monarquías y del absolutismo; y quedó unas teorías que se mantuvieron atenuadas o sea las acciones revolucionarias

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[1] La contrarreforma o reforma católica desarrolla el estilo barroco en el arte. La Iglesia católica utilizó el arte como una forma para difundir la religión católica. El barroco manifestó a través de la exageración y ostentación los misterios religiosos a través de los sentidos.

[2] Masacre de San Bartolomé por Francois Dubois, 1572 Museo del Louvre. En el cuadro se puede ver junto a otras crueldades la muerte y decapitación Coligny, cuyo cadáver desnudo es arrastrado por las calles.